Les encrespó tanto la condena que le aplicaron a su amigo Genaro García Luna, y quedaron evidenciados como los periodistas más corruptos y chayoteros del país, que ahora buscan un villano con quien desquitarse.
Y otros bizantinos en Sinaloa, les erizó tanto la muerte de su rabadán, Héctor Melesio Cuén Ojeda, “Gran amigo” de Ismael “Mayo” Zambada, que en lugar de reflexionar sobre el daño que le han hecho a la imagen histórica de la Universidad Autónoma de Sinaloa, también quieren desagraviarse con personas ajenas al menoscabo.
Desde antes de que el juez Brian Cogan emitiera la condena de 38 años de cárcel para el ex secretario de Seguridad Pública, en el gobierno de Felipe Calderón, sus corifeos de los medios de comunicación mexicanos se dedicaron a difundir que “no hay ninguna prueba fehaciente” de que García Luna haya cometido algun delito de que lo acusaron.
¡Vaya cinismo!
Seguramente el montaje que realizó el nefasto ultraderechista Carlos Loret de Mola Álvarez en Televisa en 2005, de la supuesta detención de una banda de secuestradores llamada Los Zodiaco, que estropeó la imagen de una ciudadana francesa, ha de haber sido un espejismo.
En el ambiente periodístico de la Ciudad de México, era muy conocida la estrecha “amistad” de los comunicadores supuestamente “más influyentes del país” que se reunían con frecuencia en el bunker de Garcia Luna, unas veces para desayunar, otras para comer, y otras para quién sabe qué.
El “coordinador” de las invitaciones era Raymundo Riva Palacio Neri; asistían a esos convites Joaquín López Dóriga, Carlos Marín Martínez, Ciro Gómez Leyva, Adela Micha Zaga, Pablo Hiriart Le Bert, Jorge Fernández Menéndez, Salvador García Soto, Héctor de Mauleón Rodriguez, Ricardo Aleman, Leonardo Cursio,Leon Krause, entre otros “finísimos” periodistas.
Por supuesto, esos nunca observaron alguna irregularidad o delito alguno cometido por Garcia Luna, desde que incursionó en el espionaje y posteriormente en la seguridad del país con Vicente Fox y Felipe Calderón.
¡Asi han de haber sido los cañonazos de billetes!
Por eso, les encolerizó tanto la detención y la sentencia de su amiguísimo Genaro.
Y ahora buscan un villano de la Cuarta Transformación con quien descargar su amargura en su cuasi exilio periodístico, después de que Andrés López Obrador los marginó y les canceló los contratos millonarios que tenian en publicidad en los gobiernos anteriores.
Y aquí en Sinaloa, otros bizantinos dolidos por la muerte de su mentor y protector económico, Héctor Melesio Cuen Ojeda, también apuntan sus dardos cizañeros embadurnando textos ramplones y hasta soeces contra quien consideran el villano del asesinato del “gran amigo” del Mayo Zambada.
Son vividores del erario de la UAS, que no tienen mayor trascendencia, pues el eco que producen es solamente entre los devotos de Cuen Ojeda en Sinaloa.
A éstos, no les basta haber deshonrado la historia cultural y académica de una universidad, que en algunos años ocupaba los primeros lugares entre las mejores instituciones de educación superior del país.
Lo bueno es que estos esbirros de la pluma están plenamente identificados por la sociedad sinaloense, y aunque tratan de sorprender con sus falacias informativas a ciertos medios de comunicación nacionales, el agravio cometido por Cuén Ojeda a la universidad, no lo podrán borrar nunca, por más homenajes y rotondas que le hagan al gran amigo del Mayo Zambada.
Si vivieran el General Antonio Rosales Flores, Eustaquio Buelna Pérez o el mismísimo Solón Zabre Morel, morirían otra vez, pero de vergüenza, al ver a su universidad convertida en resguardo de cómplices del narcotráfico.