GUASAVE, Sin., 09 de mayo de 2021.- La extrema sequía que agobia a Sinaloa amenaza la economía agrícola y ganadera de la entidad, por la falta de lluvia y el bajo embalse de las 11 presas hidráulicas de la región.
Es tal el estiaje que la presa Bacurato llamada “Gustavo Díaz Ordaz” en el municipio de Sinaloa de Leyva - en la colindancia con el estado de Chihuahua -, se encuentra al 11.2 por ciento de su capacidad de almacenamiento de agua y ha dejado al descubierto vestigios de lo que fuera el panteón de la comunidad de Terahuito, que datan de más de medio siglo.
Esa comunidad fue desalojada entre 1981 y 1982 cuando se inició la construcción de la presa Bacurato. Sus habitantes fueron reubicados en la población de Palos Blancos, en el municipio de Guasave. La presa se inauguró en 1987.
El pescador Félix Pérez Castro que acudía a pescar cuando la presa almacenaba agua casi a su máxima capacidad (618 millones de metros cúbicos), tomó varias fotografías de las tumbas que sobresalen en la resequedad del fondo de la presa.
Otro colono, Armando Pineda, que fue desalojado con su familia de la comunidad de Terahuito, recuerda que trabajó como operador de maquinaria cuando se construyó la obra. Dice que algunas familias sacaron los restos de los cuerpos sepultados, otros se quedaron ahí bajo el agua.
En el suelo se observa lo áspero de la tierra con determinados círculos y grietas que hacen más sombrío el panorama de la sequía en la región. Los pescadores dicen que esos círculos se forman posiblemente por otras tumbas pequeñas más hundidas. También consideran que puedan ser los nidos de los peces llamados lobinas que anidan su huevera en el fondo de la presa.
Sin embargo, no es la primera ocasión que por la sequía emergen ruinas de lo que fue la comunidad de Terahuito. Ya en 2015 había ocurrido también en la presa de Huites “llamada “Luís Donaldo Colosio” ubicada en el cauce del Río Fuerte al norte de Sinaloa.
La Hacienda del Gral. Roberto Cruz
Bajo el agua de la presa de Huites
Los pobladores de Choix, municipio que colinda con Sonora y Chihuahua, recuerdan que en 1956 cuando se inició la construcción de las presas Huites y Miguel Hidalgo, varias comunidades quedarían bajo el agua, incluyendo casas, iglesia, escuelas y hasta la Hacienda del famoso General Roberto Cruz, aquél subsecretario de Guerra y Marina en la época post revolucionaria, señalado como el autor del asesinato del padre Miguel Agustín Pro, acusado de haber sido cómplice del atentado contra Álvaro Obregón.
Debido al embalse de la presa resurgieron ruinas de lo que fue la Hacienda llamada “La Guaza” propiedad del General Roberto Cruz. Los que la conocieron dicen que era muy grande y muy bonita. Había una capilla enmarcada en un fondo pintoresco, según narra Edgar Valencia García, quien posee varias fotografías de lo que fue la finca y de los restos que asomaron cuando hubo sequía en años anteriores.
De tal manera que la sequía extrema que agobia a Sinaloa por el bajo nivel de almacenamiento de las 11 presas hidráulicas, no sólo amenaza a la economía agrícola y ganadera de la entidad. Sino que, además, muestra. Vestigios de poblaciones de hace medio siglo que ilustran con asombro el estiaje en la región