CULIACÁN, Sin., 25 de septiembre de 2024.- Elementos del Ejército Mexicano ingresaron a las instalaciones de la Policía Municipal de Culiacán para iniciar una revisión del armamento que utilizan los uniformados.
Se les instruyó a que permanezcan en las instalaciones a los casi mil municipales del turno matutino, por lo que no salieron a los recorridos habituales de vigilancia en la ciudad.
Los militares llegaron desde las ocho de la mañana y tomaron las instalaciones de la Policía Municipal ubicadas por el boulevard Emiliano Zapata, en la salida poniente de Culiacán. Indicaron al personal que se mantuviera dentro y al director le ordenaron que todos los policias entregaran sus armas de cargo y otras que portaran en ese momento.
Por su parte, la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, que dirige el general Ricardo Mérida Sánchez emitió un comunicado al mediodia en el que señala que “de acuerdo a la Licencia Oficial Colectiva (LOC) 204, se realiza una revista extraordinaria del armamento de la Policia Municipal”.
Este procedimiento, que forma parte de los controles regulares de las fuerzas de seguridad, tiene como objetivo garantizar que todas las armas se encuentren en óptimas condiciones, además de verificar que el armamento asignado esté registrado de manera correcta y bajo uso autorizado.
Por el momento, no se han reportado irregularidades tras la revista de armamento, y las autoridades aseguran que este tipo de procedimientos continuarán para garantizar la transparencia en el uso del armamento.
La Dirección de Seguridad Pública Municipal registra 5,300 policías para el municipio de Culiacán. De acuerdo al estándar sugerido por la Organización de Naciones Unidas (ONU), Culiacán debería de tener 9,080 policías. De tal manera, que hay un déficit del 39 por ciento.
Hay un antecedente de desarme de la corporación policiaca de Culiacán, ocurrida el 10 de abril de 1989, cuando el Ejército tomó las instalaciones que entonces estaban en un edificio colonial en las calles de Rafael Buelna esquina con Ruperto Paliza, en el centro histórico de Culiacán. Incluso detuvieron al director de la Policia Municipal, Robespierre Lizárraga. Padre del actual encargado de la rectoría de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
Fue cuando las fuerzas federales detuvieron al capo Miguel Ángel Félix Gallardo en Guadalajara, mientras el gobernador del estado de Sinaloa, Francisco Labastida Ochoa se encontraba buceando en aguas marítimas del Mar de Cortés.
Se acusaba que la policia municipal de Culiacán brindaba protección al Cartel de Guadalajara que lideraban Felix Gallardo, Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo.