El cuarto año de ejercicio gubernamental se caracteriza, casi siempre, por la soberbia de quien lo realiza. Es cuando el gobernante se siente más engreído y presuntuoso porque considera que todo va muy bien y porque ninguno de los miembros de su gabinete, ni mucho menos sus asesores, se aventuran a señalarle los deslices que se cometen voluntaria o involuntariamente.
Por ello, no es de extrañarse la declaración del mandatario Quirino Ordaz Coppel, de que “no tiene un plan B” en su propuesta de que Reyna Araceli Tirado Gálvez continúe en la dirección del Instituto Sinaloense de las Mujeres, a pesar de los múltiples rechazos de los colectivos de mujeres, de la dirigencia estatal del PAN y de la diputación morenista.
Pero, el titular del Ejecutivo se encuentra en la etapa que tienen casi todos los presidentes y gobernadores cuando que consideran que tienen el control absoluto de su mandato y no entienden razones. Y sus secretarios disimulan la anarquía porque desvían la actividad hacia el proceso electoral sucesorio.
Sin embargo, si el Poder Judicial demostró su dignidad al rechazar propuestas del Poder Ejecutivo que no eran sensatas para los tiempos modernos que se viven en el país, es de esperarse que el Poder Legislativo actúe también con autonomía con el nombramiento de quien debe dirigir el Ismujeres..
Si la presidenta de la Junta de Coordinación Política del Congreso de Sinaloa, Diputada Graciela Domínguez Nava, se sostiene en su declaración hecha el viernes 7 de febrero de que Reya Araceli, ya no es directora de ese instituto porque se le venció su periodo el 31 de enero, es de esperarse que se nombre nueva titular, aunque el mandatario no tenga plan B.
Además, sería una buena oportunidad, tanto para el Ejecutivo, como para el Legislativo, de demostrar que hay una autentica división de Poderes del Estado y mostrar ante la ciudadanía esas “buenas relaciones” que se manifiestan en los comunicados de prensa cuando se reúnen los miembros de la Jucopo con el gobernador.
Recordemos que Reyna Araceli Tirado Gálvez ha sido cuestionada, prácticamente, desde que asumió la dirección del Ismujeres. Su arrogancia frente a sus colaboradoras y empleadas en el instituto ha sido denunciada constantemente y los resultados en el combate a la violencia de género han sido discutidos cada vez que ocurre un feminicidio en Sinaloa.
Ella se ha sostenido en el cargo, no sabemos si por recomendación del ex gobernador Jesús Aguilar Padilla, o por Jesús Vizcarra Calderón, o por algún político del PRI nacional, pues hay que recordar que fue diputada suplente de Aarón Irizar López y desempeñó comisiones importantes en la Cámara de Diputados, cuando el tricolor era controlado por el Grupo del Estado de México (Emilio Chuayffet y César Camacho Quiroz).
Desde que se emitió la alerta de género en Sinaloa (31 de marzo de 2017), se han cometido un promedio de 40 feminicidios al año, ubicando a Culiacán, como la segunda ciudad en el país con mayor índice de esos delitos, apenas después de Ciudad Juárez, según informe oficial del Instituto Nacional.
A Reyna Araceli se le ha increpado porque no hay acciones de prevención y porque desempeña varias actividades al mismo tiempo que la dirección del Ismujeres. Según ella, imparte clases de Derecho Fiscal, Derecho Civil, Relaciones Internacionales y hasta de Inglés en temas de Negocios. Los colectivos de Mujeres y sus detractores se preguntan ¿A qué hora dirige el Instituto?
El caso es espinoso y la Comisión de Equidad, Género y Familia del Congreso del Estado, que preside la diputada de MORENA, Francisca Abelló Jordá, tendrá que analizarlo a fondo. En dicha comisión participan también los legisladores Pedro Alonso Villegas Lobo, Flor Emilia Guerra Mena, de MORENA; Jesús Angélica Díaz Quiñones, del PAS; y Mónica López Hernández del PRI.
Si lo discuten en la Jucopo, para llegar a un consenso, allí intervienen con voz y voto: la presidenta Graciela Domínguez Nava, de MORENA; Sergio Jacobo Gutiérrez, del PRI: Mario Rafael González Sánchez, del PT y Jorge Villalobos Seañez, del PAN. Además, participan sólo con voz: Edgar Augusto González Zatarain, del PRD; Karla Montero Alatorre, Angélica Díaz Quiñonez y Gloria Himelda Félix Niebla, más el secretario general del Congreso.
Y Finalmente el dictamen tendría que ser discutido y aprobado, en su caso por la Diputación Permanente que la integran los morenistas Graciela Domínguez Nava, Juan Ramón Torres Navarro, Alma Rosa Garzón Aguilar, José Antonio Crespo López y Mariana de Jesús Rojo Sánchez; Sergio Jacobo Gutiérrez y Ana Cecilia Moreno Romero, del PRI; Roxana Rubio Valdez del PAN; y Eleno Flores Gámez, del PT.
Veremos quién vota a favor y quién en contra. O en quién cabe la prudencia o la soberbia.