La virtual estrategia del PRI de postular a un candidato externo al gobierno de Sinaloa en 2021 ocasiona una escapada de militantes genuinos, quienes desde ahora buscan otros horizontes para seguir en el poder político.

El PRI no escarmienta: Repetirá la maniobra política como lo hiciera Enrique Peña Nieto, con José Antonio Meade, por lo que se advierte una nueva debacle. Se hunde el barco tricolor, por eso los priistas saltan del barco para alcanzar la orilla del piélago.

A la graciosa huida de Sergio Torres Félix, le siguió la de Guadalupe Robles Hernández y hoy se anunciará una nueva renuncia que provocará reacciones encontradas entre los priistas y funcionarios del gobierno quirinista, por ser quién es.

Podría ser muy tarde la reacción, pues el gobernador dio la primera señal de sucesión desde hace 26 meses.

Aquél 8 de octubre de 2018 cuando se designó al doctor en Ciencia Política, Luís Alfonso Mejía López, como secretario de Educación Pública y Cultura, Quirino lo encauzó hacía el proceso electoral del 2021 para ser su sucesor.

Al tomarle la protesta protocolaria, el mandatario estatal, exaltó la trayectoria académica de Mejía López.

“Doctorado por la Universidad de Paris – expuso Quirino -, el también maestro en Instituciones y Políticas Públicas, es un científico comprometido con las personas, siempre con la meta de construir un sistema educativo incluyente para todos”.

Y agregó que Mejía López “ha buscado incidir en la transformación del sistema educativo mexicano, desde diferentes trincheras, desde una salón de clases, pasando por organizaciones civiles, gobiernos municipales hasta la Secretaría de Educación Pública”

Y es que el titular de la Sepyc, egresado del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) como Licenciado en Relaciones Internacionales y Políticas Públicas ha sido coordinador de delegados de la SEP y fue el responsable de las negociaciones con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).

En 2007 fue director general de Operación Regional y Contraloría Social de la Secretaría de la Función Pública, fue el interlocutor con las entidades federativas.

A través de la organización social Mexicanos Primero, Mejía López se especializó en la defensa del derecho a la educación y fue su primer director general en Sinaloa entre 2014 y 2016.

La táctica quirinista es sumar a los simpatizantes del Partido Acción Nacional (PAN), en afán de descarrilar el proyecto de la 4T en Sinaloa, aunque en el escaparate nacional, presuma una cordialidad con el presidente López Obrador.

Y mientras tanto, MORENA arregla una candidatura al viejo estilo priista, mediante el dedazo, lo que podría favorecer a la senadora Imelda Castro Castro, según lo insinúa el veterano político Porfirio Muñoz Ledo – que por haber sido dirigente de tres partidos políticos, algo ha de saber ya.

Será una competencia electoral híbrida por las características de los postulantes, sin ideología política definida, pues lo mismo bailan de naranja, que se pintan de morado o de azul, según su conveniencia personal.

MORENA abre el registro de sus aspirantes a candidaturas gubernamentales. Mario Delgado Carrillo, dirigente nacional del partido guinda, dice que “el pueblo debe decidir entre volver al pasado corrupto y conservador o continuar con el proyecto de transformación y regeneración de la vida pública de México.”

El próximo sábado 5 de diciembre se registrarán los aspirantes de MORENA al gobierno de Sinaloa. Entonces sabremos el rumbo que tomará la sucesión en 2021.

 

(Por azares del destino, esta columna estuvo ausente tres meses, debido al fallecimiento de mi padre. Doy infinitas gracias a las muestras de solidaridad que tuvieron conmigo y con mi familia. Y el eterno agradecimiento a Francisco por su apoyo para que yo pudiera estar en México y ver con vida, todavía, a mi señor padre, antes de su partida eterna.)