Con el fallecimiento de Martín Mendoza Flores se va uno de los periodistas más completos de la “Legión Extranjera” – cómo él mismo lo definió -, que arribó a Sinaloa en la década de los setenta del siglo pasado y le dio lustre al periodismo sin tecnología electrónica de la información.
Nacido en Navojoa, Sonora, en 1944, llegó a Culiacán a los 38 años de edad y aquí dedicó el resto de su vida al periodismo en el que desempeñó todos o casi todos las géneros de un periódico: Reportero de Información General (Política, Nota Roja, Deportiva, Sociales, Corresponsal, Redacción, Fotografía, Edición, Artículos, Columnas, Editorial, etc.) y no le hizo de voceador, quizá porque no tenía voz adecuada para ello, si no también hubiera salido a la calles a vender ejemplares.
Empero, si llegó a dirigir un periódico regional en el municipio de Guasave al que consideró como su “Patria Chica”.
EN una colaboración que aportó al libro de José María Figueroa Díaz (“Periodismo Sinaloense”, Primera Edición, junio 1996) Martín Mendoza narra como en la década de los setenta llegaron a Sinaloa periodistas de Guadalajara, Nayarit, Sonora, Puebla, Mérida, Veracruz, Michoacán, Guanajuato, Durango y Distrito Federal (hoy Ciudad de México). Y hasta un español, un francés y un chileno vinieron a conformar “La Legión Extranjera” del oficio reporteril.
La mayoría eran informadores empíricos que laboraban sin los instrumentos tecnológicos que ahora utilizan los flamantes comunicadores egresados de los planteles universitarios.
Martín y esos “extranjeros” tenían como enseres reporteriles, una libreta y una pluma o un lápiz. Algunos ni eso ocupaban para recolectar la información y llevarla a las redacciones en dónde tecleaban en unas viejas máquinas Olivetti.
Poco a poco la tecnología alcanzó a Martín, pero él mantuvo la costumbre de su libreta y su pluma. La “Olivetti” si la confinó, más que nada, porque las empresas editoriales se modernizaron con las computadoras, celulares y otros elementos digitales.
Los medios radiofónicos no tenían noticiarios, se limitaban a leer noticias que publicaban los periódicos locales. Martín fue de los primeros reporteros de radio. Salía de una oficina y desde un teléfono público narraba su información.
Durante 28 años, Mendoza Flores escribió una columna política en la cadena editorial “El Debate” fue un periodista confiable en sus escritos a tal grado de que fue el único que informó cuando Juan Millán Lizárraga, en funciones de gobernador pudo haber tenido un accidente de aviación cuando iba a aterrizar en Culiacán, después d una gira de trabajo.
Personalmente, compartimos actividades profesionales, en eventos políticos (Convenciones de la Unión Nacional de Productores de Hortalizas, en Guadalajara, Guanajuato, Uruapan, Acapulco, Mazatlán y La Paz). Serie del Caribe en Mazatlán y campañas políticas de los candidatos, Antonio Toledo Corro, Francisco Labastida Ochoa, Renato Vega Alvarado y Juan s. Millán.
Cuando los medios de comunicación nacional, empezaron a contratar corresponsales en Sinaloa, fuimos de los primeros en ser solicitados. Él lo requerían de la Ciudad de México y de varios estados del país.
Fue presidente de la Asociación de Periodistas de Sinaloa y obtuvo Premios de Periodismo (que no le agradaban, porque consideraba que este oficio no se desempeña para obtener premios).
Ayer falleció víctima de esa pandemia que ha dejado millones de puertos en el mundo.
Adiós amigo y compañero de varios episodios, aventuras y vicisitudes del sufrido y apasionante periodismo.