-Se le pusieron los pelos de punta a mi papá – lamentó Wendy Ibarra en una parte de su intervención ante un grupo de mujeres –, todo porque “El Mario” (así se refiere la señora cuando habla de su esposo), propuso que los candidatos que participen en la elección de junio den a conocer, públicamente, diez informaciones sobre sus ingresos, trayectoria profesional y hasta anti dopaje.
-Mi papá dice que ni a su esposa le revelaría toda esa información – agregó la señora Ibarra quien presidía un evento con el sector femenil en un suburbio exclusivo rodeado de césped, albercas y árboles frondosos, al poniente de Culiacán.
Y es que el suegro del candidato Mario Zamora Gastelum, de la coalición PAN-PRI-PRD, Daniel Juan Pablo Ibarra Lugo, es un empresario de Los Mochis, que durante más de 38 años ha fructificado su empresas, Daniella y Papapo, en la exportación de mango hacia Estados Unidos y la Unión Europea.
Conocido como “El Parnas” Daniel Juan Pablo, junto con sus hijos Daniel y Cheyene Ibarra administran sus empaques de cuatro variedades de mango y exportan la mayor parte de las 70 mil toneladas de mango que los productores del norte de Sinaloa envían a Estados Unidos y la Unión Europea.
Además, el jerarca Ibarra Lugo preside la Asociación de Productores y Exportadores de Mango que ha sido reconocida, internacionalmente, por la calidad de sus productos de exportación.
Por eso se le pusieron los pelos de punta a “El Parnas” cuando su yerno tuvo la ocurrencia de proponer un diez de diez. Según reveló la señora Wendy.
Y es que la cónyuge de Zamorita, en su candidez política, intenta promover a Marito para que gane adeptos en su proyecto a la gubernatura de Sinaloa. Pero, su perfil elitista, su forma de expresarse y sus deslices verbales, lejos de ayudarle al candidato prianista, lo empujan hacia la debacle.
En ese evento femenil, la señora Ibarra no sólo desembuchó una imprudencia, sino que llegó hora y media más tarde de lo anunciado y su perorata monótona fastidió a la cincuentena de mujeres llevadas coactivamente al evento.
-Yo quiero decirles que “El Mario” es el mejor candidato – repetía una y otra vez la señora Ibarra - , porque “Al Mario” lo conozco desde que teníamos seis años de edad. Íbamos en el mismo colegio.
Efectivamente, ambos estudiaron en el Colegio Mochis, fundado por Mario Zamora Cortés, abuelo paterno de “El Mario” y, además, fue gerente del ingenio azucarero de Los Mochis, mientras que su abuelo materno, Francisco Gastelum, fue presidente de la Compañía Azucarera de Los Mochis.
Wendy y “El Mario” estudiaron siempre en colegios privados y luego en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM). Los dos tienen maestrías en el exterior, en London School de Inglaterra.
Ambos provienen de la cultura de la fortuna: Wendy es propietaria de una finca rústica de riego de 5.84 hectáreas localizada en La Tranquilidad, en la sindicatura de San Miguel Zapotitlán, al norte de Los Mochis.
En tanto que “El Mario” reveló en su tres de tres en 2018, ser copropietario de un terreno de 75 hectáreas que colinda con la Casa del Centenario en el Boulevard Rosendo G. Castro y Callejón Varsovia, en un espacio donde se encuentra el Casino Caliente.
En resumen, un matrimonio que no conoce la indigencia ni la educación pública, pero pregona en su campaña que abatirán la pobreza y rescatarán a la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), en caso de que “El Mario” alcance la gubernatura.
Con razón se le ponen los pelos de punta a “El Parnas”.