El ex gobernador Juan S. Millán Lizárraga acostumbra comer casi toda la semana en su restaurante Mar and Sea, en el Desarrollo Urbano Tres Ríos. Después de la sobremesa posa en fotografías con algunos comensales que él invita. Otros aprontados que acuden, inesperadamente, le piden fotos y el accede por cortesía, pero no siempre gozoso.
A mediados del mes de marzo hubo una gráfica que se difundió mucho en las redes sociales, donde el ex gobernante posa junto con tres personajes que revelan cierta conjetura respecto a las preferencias de Millán por un candidato.
En esa gráfica aparecen, a la izquierda Alejandro Higuera Osuna, tres veces presidente municipal de Mazatlán y ex diputado local, todo por el PAN; enseguida está Millán; luego, Rubén Rocha Moya, candidato de MORENA-PAS al gobierno de Sinaloa, y a la otra orilla, Ricardo Peralta Saucedo, ex secretario de Gobernación, alguna vez llamado “Apóstol de la 4T”, un especialista en materia de inteligencia, prevención del terrorismo y otras áreas de seguridad nacional.
La comida, que inició antes de las dos de la tarde, concluyó con una sobremesa en el crepúsculo cuando el resto de los comensales del restaurante empezaban a retirarse.
La fotografía que se difundió en las redes sociales atrajo la atención del medio político por las siguientes situaciones:
Porque se evidenció que el ex gobernador Juan S. Millán tiene cierta simpatía con la candidatura de Rubén Rocha Moya. O, al menos no le desagrada esa postulación, pues, economista como lo es el ex gobernador, lleva un seguimiento de casi 30 encuestas – nacionales y estatales – que le dan a Rocha una intención de voto de más del 40 por ciento.
En cambio, con Mario Zamora Gastelum, no ha habido encuentros formales con Millán. Si acaso en dos ocasiones se han visto: un encuentro casual con saludo de por medio y algún intercambio de palabras y otra, con Jesús Valdés Palazuelos y Faustino Hernández Álvarez. Sin embargo, en ningún momento hubo foto de por medio en dónde el ex gobernador expusiera su respaldo a la candidatura del mochitense.
Algunos políticos y funcionarios importantes del actual gobierno estatal, le han sugerido a Zamora que platique con Millán, pero el encuentro formal entre ellos dos no se ha producido.
Quizá por ello, Zamora ha comentado, en privado, que “a Millán ya se le pasaron los mejores tiempos y que sólo hay que visitarlo por protocolo. Que ya no le quedan activos, más que Juan Ernesto, porque todos los demás se han ido con (Jesús) Aguilar Padilla”
Además, Zamora comenta abiertamente que los apoyos activos los tiene de Francisco Labastida Ochoa, de quien siempre ha recibido una estrecha amistad, y de Jesús Aguilar Padilla, porque ´con éste se encumbró en la política.
En una conferencia de prensa Zamora exaltó sólo a dos gobernadores que ha dado Los Mochis a Sinaloa.
Dijo: Los Mochis ha dado sólo dos gobernadores a Sinaloa: Alfredo Valdés Montoya y Francisco Labastida Ochoa, porque uno es de dónde nace. (O sea, que casi destierra de Sinaloa a Alfonso G. Calderón y a Mario López Valdés. ¡Cuánta humildad y grandeza de Marito Zamorita, caray!)
La otra situación que llamó la atención de la fotografía de Millán con Rocha, Higuera y Peralta, es que éste último fue administrador general de Aduanas y luego sub secretario de Gobernación, con Olga Sánchez Cordero. Como señalamos líneas anteriores, es un especialista en contra inteligencia. Fue director de Asuntos Internos de la ex PGR y fue responsable del Departamento de Selección y Reclutamiento de Agentes de la Policía Judicial y Ministerios Públicos Federales.
Por eso, llamó mucho la atención aquella fotografía de la comida de Millán con Rocha, Higuera y Peralta, porque se percibe hacía dónde va la elección de junio próximo.
Y los comentarios ácidos de Marito así lo corroboran.