-Todos los juicios y todos los procesos tienen sus asegunes – respondió la flamante Fiscal, Sara Bruna Quiñones Estrada, cuando un incisivo reportero preguntó con mordacidad.
-¿Qué siente resultar ganadora de un proceso que desde antes se sabía que lo iba a ganar?
-(Yo) no sabía que iba a ganar –respondió con aplomo y serenidad – todos los procesos tienen sus asegunes y éste no podía ser la excepción.
Y parodió:
“Es como cuando alguien llega a un juicio y yo voy a juzgar. Le digo, no te puedo aceptar que te voy a absolver o que te voy a condenar…”
Pero el reportero inquirió con perspicacia:
-¿Es usted amiga del gobernador?
La Fiscal se mantuvo sosegada y respondió: No, no soy amiga del gobernador.
-¿Ni de Inzunza Cázarez? – arreció el cuestionamiento.
-Él fue mi superior donde yo trabajé – expuso con cordura - tuvimos una relación institucional, él como magistrado y luego como presidente del Supremo Tribunal de Justicia y yo como jueza de control.
La nueva Fiscal del Estado había rendido protesta ante el pleno de la Cámara de Diputados. La votación fue mayoritaria (39-1) de los legisladores del PRI, PAN, PAS y MORENA.
Diputados de los seis partidos políticos representados en el Congreso de Sinaloa abordaron la tribuna para requerir a la nueva Fiscal que se atienda de inmediato el reclamo social de combatir la impunidad de la delincuencia, disminuir la inseguridad y devolver la confianza a la ciudadanía.
Al concluir la Toma de Protesta, una veintena de reporteros corrió hacia los pasillos de salida del salón de plenos, para entrevistar a la antes jueza de control. Ella sugirió que la conferencia fuera más organizada y solicitó un salón adjunto para responder a las preguntas de los representantes de los medios de comunicación.
Y le preguntaron de su plan de trabajo, de sus posibles colaboradores, del conocimiento que tiene, actualmente, de la Fiscalía, tanto del personal como de los jefes de unidad. Bueno, hasta les interesó conocer el sueldo y el número de escoltas que utilizará como fiscal.
Pero, el incisivo reportero apelaba:
-El gremio de los abogados opina que usted está imposibilitada porque podría haber un conflicto de interés jurídico (sic), porque su hija trabaja en el Supremo Tribunal de Justicia…
-Eso es una suposición que no tiene sustento ni base jurídica – aclaró Quiñones Estrada – no viene al caso.
Y expuso:
“Entre los requisitos para ser fiscal o juez en el Tribunal, no hay impedimento por ser familiar. Eso me incomoda un poco, porque dan a entender que mi hija y yo seriamos capaces de aprovechar esa situación en favor de alguien”
Luego habló de sus primeras acciones que tendrá en la Fiscalía, dijo que espera generar confianza, realizará un diagnóstico para tomar acciones inmediatas y pedirá a la ciudadanía que denuncie los delitos para proceder a procurar justicia.
Y ante un cuestionamiento concreto, la profesional del Derecho, nacida hace 67 años en Durango y que se jacta de no haber obtenido nunca un empleo o cargo público, por recomendación o padrinazgo, dijo:
“Me encanta que me vigilen mis acciones como funcionaria, que me cuestionen, porque me gustan los retos.
Y así lo demostró en su primer encuentro con los reporteros que le cuestionaron de muchos temas. Pero, nadie objetó su capacidad y su experiencia como licenciada y maestra en Derecho Procesal, diplomados en Violencia Familiar y Derechos Humanos. Seminarios sobre delitos de secuestro, Sistema Penal Acusatorio y múltiples talleres relacionados con la procuración de justicia.
Lejos quedaron aquellos reconocimientos a Sara Bruna por su inconformidad del acuerdo entre el Gobierno del Estado (Quirino Ordaz Coppel) y tres ex funcionarios de la Secretaría de Administración y Finanzas del gobierno de Mario López Valdés, para la reparación del daño por haber desviado 293 millones de pesos de recursos federales etiquetados en programas específicos a cuentas de gasto corriente en el último semestre de 2016.
La acusación inicial era por los delitos de desempeño irregular de la función pública y ejercicio indebido del servicio público; pero, la Fiscalía, cuyo titular era Juan José Ríos Estavillo, respaldada por un dictamen de la Auditoria Superior del Estado, tumbó el primero de esos dos delitos Y todo quedó en una reparación del daño con un pago de dos millones de pesos.
Aquella firmeza de la jueza Quiñones Estrada ahora fue arrinconada ante su elección como Fiscal del Estado de Sinaloa
¡Qué cosas, no!