La ingobernabilidad en los municipios de Mazatlán y Mocorito va para largo, en detrimento de la población, debido a las ambiciones políticas de los partidos que intervinieron en el reciente proceso electoral. La alianza triunfadora formada por MORENA y el Partido Sinaloense (PAS) y la derrota catastrófica del PRI evitan una armonización administrativa en esos ayuntamientos.
Y tal parece que el llamado a la conciliación que hace el gobernador Rubén Rocha Moya se la pasan por el arco del triunfo los regidores baladíes del PAS, en Mazatlán y los del PRI, MORENA y Movimiento Ciudadana en Mocorito.
Han transcurrido quince días y en esos municipios no se han conformado debidamente los gabinetes de gobierno porque hay inconformidades en los nombramientos de secretario, tesorero y oficial mayor. Cada partido político quiere imponer a uno de sus militantes, por el sólo hecho de haber competido en alianza partidista en la elección.
Y en esos conflictos se observa a Héctor Melesio Cuén Ojeda como el villano, a pesar de que jure y perjure que su Partido Sinaloense (PAS), lo ha dejado en manos de Víctor Corrales Burgueño, su incondicional, por no llamarlo de otra forma más injuriosa.
El gobernador Rocha los está dejando correr; pero le están llenando el costal de piedritas y llegará el momento en que tome una decisión tajante para que este conflicto no trascienda más allá de la entidad.
Ayer, en su conferencia semanera, Rocha fue muy preciso: tienen mi apoyo el alcalde Luis Guillermo Benítez Torres, en Mazatlán y la alcaldesa María Elizalde Ruelas, en Mocorito, porque ellos ganaron la elección. El primero, del partido MORENA y ella del PAS.
-No podemos estar empeñados en ambiciones de puestos – declaró el gobernador - porque, como nunca, se tienen muchos (puestos) para repartir y no está bien que anden peleando, porque no damos un buen mensaje a la ciudadanía.
Exhortó a los beligerantes – regidores de MORENA, PRI, PAS y Movimiento Ciudadano – a que mediante la conciliación lleguen a acuerdos con racionalidad.
Explicó que como gobernador no puede intervenir porque los municipios son autónomos, pero si puede, políticamente, hacer un llamado a que no desatiendan a la ciudadanía y no seguir exhibiendo como políticos ambiciosos.
Rocha Moya, incluso señaló a sus compañeros militantes de MORENA, muchos de ellos viejos compañeros de lucha del partido comunista e Mocorito que se han aliado con el PRI y MC para contrarrestarle poder a la alcaldesa María Elizalde Ruelas, del PAS.
El gobernador habló tranquilo, pero su semblante mostraba el desagrado que le causa la actitud de los pasistas en Mazatlán, y de los priistas-morenistas en Mocorito.
Seguramente, está informado de que la mano que mueve la cuna es el dirigente virtual del PAS, Héctor Melesio Cuén y que éste y nadie más es el que puede poner en orden la crisis política que amenaza con agrandarse en Mazatlán y Mocorito.
Y lo paradójico de esta situación es que son mínimos los cuestionamientos que hacen ciertos comentaristas en los medios de comunicación de Sinaloa.
¿Por qué será?