Casualidades e incongruencias fundan el caso de la desaparición del candidato a regidor del Partido Sinaloense (PAS), Luís Alonso García Corrales y su vecino, un ex agente de tránsito municipal, Juan Francisco Cerón Beltrán, divulgado el sábado 13 de abril en Culiacán.
Casualmente, la versión de la desaparición de esas personas, se dio a conocer en una conferencia de prensa que ofrecieron el líder moral del PAS, Héctor Melesio Cuén Ojeda; el dirigente estatal de ese partido, Víctor Corrales Burgueño; la dirigente del PRI en Sinaloa, Paola Iveth Gárate Valenzuela; la dirigente del PAN en Sinaloa, Roxana Rubio Valdez; el dirigente del PRD en Sinaloa, Oner Gonzalo Lazcano López; el delegado del PRI en Sinaloa, Enrique Díaz López, y un miembro de la familia Corrales.
Es decir, la conferencia fue ofrecida por todos los integrantes de la coalición Fuerza y Corazón por México (PAN, PRI, PRD y PAS), pero dirigida por Héctor Melesio Cuén Ojeda, candidato a diputado federal plurinominal, como miembro del PAS.
Casualmente, ese día llegó a Sinaloa Claudia Sheinbaum Pardo, candidata de la coalición Sigamos Haciendo Historia, quien presidiría eventos políticos en Los Mochis, Culiacán y Mazatlán.
Casualmente, la mayoría de las encuestas le dan una preferencia arriba del 55% a Sheinbaun, contra un 35% de Xóchitl. Y casualmente, en Sinaloa, el presidente López Obrador tiene una aceptación del 65 por ciento.
Y casualmente, Melesio Cuén esta obsesionado en ser diputado federal porque ambiciona poder político para tener fuero constitucional y evitar la cárcel para él y ex colaboradores universitarios, por los juicios penales que se siguen en juzgados de Sinaloa, por presunta corrupción y desvío de recursos cuando fue rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).
La noticia de la desaparición de Luís Alonso y Juan Francisco, casualmente se difundió ampliamente por periodistas afines al PAS, en Sinaloa, y por medios nacionales y columnistas críticos de Morena y del presidente López Obrador.
Pero, fue tan burda la información que se notaron incongruencias en la versión.
Dijeron que “el levantón” ocurrió a las 8 de la mañana en el cruce de la avenida Las Torres y Álvaro Obregon, al sur de Culiacán. Que, según la versión de “una compañera del PAS” se observó una patrulla de la Policía Estatal en el lugar. Que observó “plenamente” a Luís Alonso cuando lo levantaron. Que ambos habian salido de sus domicilios en la mañana.
En la conferencia de prensa, Cuén Ojeda dijo que ya habian presentado la denuncia en la Fiscalía General del Estado. Sin embargo, la FGE recibió la denuncia a las 15 horas del sábado, por las dos esposas de los “levantados”.
A las 17 horas, el gobernador Rubén Rocha Moya, recibió una llamada de Melesio Cuén para confirmar los hechos y manifestarle “la preocupación por la vida de sus compañeros del PAS”.
Minutos después, el gobernador difundió un mensaje en X (antes Twitter) en que informó que se habia puesto en marcha un operativo de búsqueda con la participación de la Guardia Nacional, el Ejército, y la Policía Estatal, similar al operativo que se realizó con las 66 familias sacadas de su domicilio a fines de marzo.
Durante el fin de semana y hasta ayer lunes todavia se seguía difundiendo la información de los desaparecidos en columnistas de medios nacionales y en dos que tres locales, incluso con calificativos soeces para el gobernador.
Pero, ahora, ya publicaron que “fue una patrulla municipal la que se observó en un video cuando levantaron a los miembros del PAS”
Domingo y lunes muchos simpatizantes o miembros del PAS, comentaron en redes sociales que “el levantón fue obra de los malosos del Rocha-Gobierno”
Un reportero le preguntó eso al gobernador en la conferencia Semanera del lunes.
Rocha no se quedó con el embuste y comentó:
“Es una hipótesis política irresponsable. Es a la Fiscalía a la que le corresponde las líneas de investigación. Y lo importante es localizar a las personas para que regresen con sus familiares”.
Y agregó: “Si los de allá (del PAS), acusan a los malosos del gobierno, como hipótesis; entonces yo le pido a la fiscal que tomé también como hipótesis, la posibilidad de un auto secuestro, por razones políticas”
Y mientras, los periodistas enemigos acérrimos de Rocha Moya, de Morena y de López Obrador, se solazan con este tipo de información para darle vuelo a sus comentarios fustigantes.
Son los tiempos de campañas políticas.