Quirino se indigestó cuando escuchó un vaticinio electoral.
El gobernador Quirino Ordaz Coppel quiso escrutar entre los comensales reunidos en torno a la mesa del comedor ¿de qué parte estaban las preferencias?
-¿A ver, denme su pronóstico? – inquirió a los presentes. Una decena, más o menos.
-Yo pienso que ganará (Mario) Zamora por dos puntos – dijo uno, con cierta cautela. Quirino sonrió.
-No – comentó otro, muy ufano – para mí que ganará por cinco puntos - Quirino ensanchó la sonrisa.
Y así fue preguntando uno a uno, que vaticinaban triunfo de Zamora, para quedar bien con el mandatario. Hasta que llegó el turno de un político de mucha trascendencia, que estaba sentado junto al gobernador.
-Pues yo difiero de ustedes – expresó con sensatez – creo que (Rubén (Rocha) ganará por cinco puntos. Podría sacar una ventaja de hasta 60 mil votos - Sólo otro de los presentes, secundó esa afirmación.
La sonrisa del gobernador se descuadró, no por el vaticinio, sino por la persona que lo estaba exponiendo: Un político de mucha experiencia que ha ocupado cargos importantes en el PRI nacional, que ha sido diputado federal y senador y ha participado en varias elecciones de Sinaloa.
Quirino no supo si continuar con el sondeo casero o refutarle al discrepante. Mejor optó por mudar de aires.
El día había iniciado con mucha actividad conciliadora del gobernador Ordaz Coppel con todos los candidatos que participarían en el debate político. Se reunió con cada uno de ellos, por separado. Les reiteró su amistad, y al parecer hasta les ofreció cierto soporte para su campaña. Todos se fueron satisfechos, menos uno.
Y tan se fueron satisfecho$ varios candidatos, que ayer miércoles en horas de la tarde se supo que la candidata de Redes Sociales Progresistas (RSP), Yolanda Cabrera Peraza, pidió a los indecisos a que voten ¡por Mario Zamora!
Pasado el mediodía, Quirino invitó a periodistas afines a su gobierno, a dos o tres políticos y algunos familiares. Degustaron las viandas, y en la tarde se dispusieron a ver, en pantalla gigante, el debate político de los candidatos.
Había mucha expectativa por ver y escuchar a Mario Zamora, pues se había especulado que presentaría acusaciones tronantes contra Rocha Moya y que posiblemente éste respondería con otras imputaciones.
Pero, la expectación quedó diluida desde el formato establecido por el Instituto Estatal Electoral de Sinaloa (IEES), y luego por el contenido de las preguntas, presuntamente enviadas por los ciudadanos.
Ni la vestimenta formal con la que se presentó Zamora impresionó a los televidentes del debate. Tuvo la oportunidad de aturdir a su adversario político, porque le tocó cerrar el debate con dos minutos de tiempo; pero se replegó y dejó en ascuas a sus partidarios.
Los comensales invitados por el gobernador se fueron retirando poco a poco, desanimados y meditabundos, no por lo que vieron en el debate político, sino por el augurio electoral que expuso el experto político en torno de la mesa del comedor de la residencia de Quirino.
Faltan diez días para despejar las dudas. A ver qué cara pone don Q.